La
terapia de la oreja o Auriculoterapia es muy sencilla de manejar, con
resultados rapidísimos. No necesita un lugar especial para su tratamiento, es
muy útil en los primeros auxilios así como en las enfermedades crónicas
orgánicas y psicosomáticas.
Los
efectos que provoca un órgano o área afectada o enferma, se manifestarán por síntomas,
enviándolos normalmente a las zonas en que trataremos el problema (en este caso
la oreja) por medio de la aplicación de agujas, tachuelas o balines con un
mensaje de curación hacia el órgano o área afectada. Pero, no solamente será un
mensaje físico, por el movimiento o presión que realicemos sobre la parte
tratada de la oreja, sino que debemos considerar a esa zona un medio por el
cual expresamos nuestro deseo e intención de curar. Este deseo o intención de
curar es una parte primordial de la Auriculoterapia.
Desde hace muchos
siglos, los orientales practicaban la acupuntura y sabían que cuando un órgano
se enferma, aparecen distintas señales de esto, como zonas pálidas, lunares,
granos, manchas, etc., exactamente en el sitio de la oreja que corresponde a
ese órgano o área afectada, y que desaparecerá al mismo tiempo que la
afectación.
El naturopata, al observar o palpar estos sitios, puede encontrar puntos
dolorosos, más sensibles que otros, granos, zonas más cálidas o más frías,
deformaciones, etc., los que le ayudarán a formarse un diagnóstico y / o
tratamiento adecuado. Es interesante hacer notar que esta terapia se maneja de
acuerdo a los mismos principios que la medicina tradicional china, o la ley de
los Cinco Elementos, y la Teoría de los Meridianos.